En 1945 se renovaron las pistas, se las cambió a orientación norte sur y se les puso un nuevo pavimento también de cemento. Pero la renovación no quedó sólo en las pistas, también se construyó una pequeña tribuna para aquellos que quisieran presenciar los partidos y en cuya base encontrábamos el vestuario de señoras, de unos 25 m² y las oficinas del mismo tamaño, en el exterior una chabola que hacía las veces de cantina y con dormitorios a su espalda para la familia del gerente del bar.

Entre el borde de las pistas y la pared del hospital militar podíamos hallar un jardín con una pista de baile y el vestuario de caballeros.

Es en ésta década de los 40 cuando el aspecto social del club adquiere su auge ya que al caer la tarde siempre se producían actuaciones de orquesta, se llevaban a cabo bailes y fiestas durante el verano y en algunas de ellas hasta cantaba el gran Antonio Machín.